DECÁLOGO DE UN “GALERISTA”

(Diez puntos de partida para la reflexión)

 

He aquí la propuesta de un profesional sobre lo que debe o debiera ser el quehacer del galerista… un breve pero sustancioso aporte en torno a un mercado no siempre bien visto por los puristas del arte.

El papel principal del galerista es sin duda encontrar y ofrecer a la venta Obras de Arte que, por su calidad, puedan proporcionar un placer durable y estético; pero va más allá: incluso tiene una influencia importante en la Cultura de su momento. Las características del quehacer galerista bien podría exponerse a través de diez puntos de reflexión; una decena de puntos de partida para la discusión. Acompaño el texto un colofón sobre los coleccionistas.

Leonardo Nierman, sin título, óleo sobre tabla.

I

Los Galeristas montan cientos de exposiciones anualmente sin costo para la admisión del público. Se podría decir que es lo que en conjunto constituye el “Museo Gratuito más Grande del Mundo”.

 

Manuel Contreras, Oasis, óleo sobre lienzo.

II

Los escritos, catalogaciones y otras actividades, además de los acervos de los galeristas, han contribuido sustancialmente a la formación histórica y a la cultura general de nuestro tiempo.

Francisco Toledo, Hombre con cara de conejo, serigrafía.

III

Los Galeristas que muestran obra contemporánea representan a un grupo de artistas, en cuyo trabajo creen (hasta podría decir que surge fe), se involucran en el riesgo profesional y financiero considerable que implica recibir obras nuevas, sobre todo aquellas de controversia.

 

Igor Gálvez, La mirada y la verdad, mixta sobre lienzo.

IV

Continuamente arriesgan su reputación y su forma de vida basados en su habilidad para identificar a nuevos artistas, cuyo trabajo, en última instancia, será reconocido y aceptado.

 

 

Feliciano Béjar, Caja magiscópica, cristal tallado y acero.

V

Un Galerista profesional tiene conocimiento profundo de su campo especializado; debe tener sobre todo el  ojo discernidor  entrenado del conocedor. Por estas razones los coleccionistas a través del tiempo han confiado en el consejo y guía de los      galeristas al adquirir Obras de Arte.

Trinidad Osorio, Girasoles, serigrafía.

VI

Desean tener, y frecuentemente gozan de, relaciones duraderas con los coleccionistas. Muchas de las grandes colecciones que conocemos se han hecho a través de la colaboración prolongada, dedicada y apasionada entre el Cliente y el Galerista (por ejemplo las que fructificaron de la relación de Inés Amor con Marte R. Gómez,

Nelson Rockefeller o Stanley Marcus).

Leonora Carrington, Portrait of the late Mrs. Partridge, litografía.

VII

Los Galeristas apoyan sin reserva alguna la autenticidad de la obra que venden. Los Coleccionistas interesados en adquirir de un Galerista una obra pueden estudiarla amplia y detalladamente, discutir la obra en cuestión, incluyendo su calidad, condición y de qué manera entra en la producción del artista.   Con mayor frecuencia el Galerista puede presentar no sólo un ejemplo sino una variedad de trabajos del artista, permitiendo así al Coleccionista escoger o seleccionar.

Alejandro Mojica, Pascola, óleo sobre lienzo.

VIII

La consignación o compra de una Obra a un Galerista para la venta se maneja sobre una base personal y privada. Un Galerista competente comienza su labor con el ofrecimiento de la obra a algunos prospectos de comprador cuidadosamente seleccionados.

Ya entonces confía en la aparición de una nueva oportunidad para iniciar un proceso de promoción dentro del espacio de exhibición al que representa. Se apoya en los medios de difusión especializados en las Artes Plásticas para publicitar a sus Artistas y sus obras.

Pedro Friedeberg, Cubos de banderas, serigrafía.

IX

Un Galerista comprometido con su carrera se solidariza con sus artistas y coleccionistas. Se asegura de la confidencialidad y si la obra no se vende tampoco daña su comerciabilidad como sucede  usualmente cuando la obra no se                                                              vende en subasta o a través de                                                                  personas no profesionales.

Carmen Parra, Paráfrasis del Arcángel Gabriel en la Anunciación.

X

Un número importante de galerías ha asentado su vida y carrera al paso del tiempo ganando reconocido prestigio por su imagen y el grupo de Artistas que exhiben  sus obras. Como una familia, cotidianamente buscan aportar una contribución que les valga asegurar su posición dentro de la sociedad de su                                                        tiempo.

Colofón: sobre los Coleccionistas

Actualmente se plantea la posibilidad de que ya no sean la sensibilidad y la cultura del individuo las que determinen la formación de una colección.

Adquirir o coleccionar, cualquiera que sea el producto u objeto, provoca un sentimiento de satisfacción y complacencia. Por otro lado se piensa equivocadamente, que tal placer sólo está al alcance de quien vive con riqueza.

Primeramente se requiere que el Coleccionista posea un gusto personal y sensibilidad propia para el goce estético, debe contar con preparación suficiente (visitando muchos lugares por ejemplo, podría hacer grandes aportaciones en ese sentido) para elegir lo que verdaderamente es bueno y únicamente en tercera o cuarta instancia tener la idea de formar un tesoro.  

El Coleccionista parte de un principio que se concreta en amor por la Obra de Arte en sí y el riesgo de adquirir una obra será siempre respaldado por el Galerista, quien desde el principio depura su cartera de Artistas dentro del creciente número de nuevos valores que, sobre todo hoy día, surgen constantemente, invadiendo el mercado del Arte y creando foros que en algunos casos han representado un lamentable desprestigio para la comunidad de las artes plásticas.

DISCURSO VISUAL

ÁGORA

Revista Digital

Centro Nacional de Investigación, Documentación

e Información de Artes Plásticas, I.N.B.A.

(CENIDIAP)

No. 2 / Diciembre 2001 – Febrero 2002.

Págs. 34 - 37.

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© Eduardo Alberto Álvarez Sánchez