DECÁLOGO DE UN “GALERISTA”
(Diez puntos de partida para la reflexión)
He aquí la propuesta de un profesional sobre lo que debe o debiera ser el quehacer del galerista… un breve pero sustancioso aporte en torno a un mercado no siempre bien visto por los puristas del arte.
El papel principal del galerista es sin duda encontrar y ofrecer a la venta Obras de Arte que, por su calidad, puedan proporcionar un placer durable y estético; pero va más allá: incluso tiene una influencia importante en la Cultura de su momento. Las características del quehacer galerista bien podría exponerse a través de diez puntos de reflexión; una decena de puntos de partida para la discusión. Acompaño el texto un colofón sobre los coleccionistas.
III
Los Galeristas que muestran obra contemporánea representan a un grupo de artistas, en cuyo trabajo creen (hasta podría decir que surge fe), se involucran en el riesgo profesional y financiero considerable que implica recibir obras nuevas, sobre todo aquellas de controversia.
V
Un Galerista profesional tiene conocimiento profundo de su campo especializado; debe tener sobre todo el ojo discernidor entrenado del conocedor. Por estas razones los coleccionistas a través del tiempo han confiado en el consejo y guía de los galeristas al adquirir Obras de Arte.
VI
Desean tener, y frecuentemente gozan de, relaciones duraderas con los coleccionistas. Muchas de las grandes colecciones que conocemos se han hecho a través de la colaboración prolongada, dedicada y apasionada entre el Cliente y el Galerista (por ejemplo las que fructificaron de la relación de Inés Amor con Marte R. Gómez,
Nelson Rockefeller o Stanley Marcus).
VII
Los Galeristas apoyan sin reserva alguna la autenticidad de la obra que venden. Los Coleccionistas interesados en adquirir de un Galerista una obra pueden estudiarla amplia y detalladamente, discutir la obra en cuestión, incluyendo su calidad, condición y de qué manera entra en la producción del artista. Con mayor frecuencia el Galerista puede presentar no sólo un ejemplo sino una variedad de trabajos del artista, permitiendo así al Coleccionista escoger o seleccionar.
VIII
La consignación o compra de una Obra a un Galerista para la venta se maneja sobre una base personal y privada. Un Galerista competente comienza su labor con el ofrecimiento de la obra a algunos prospectos de comprador cuidadosamente seleccionados.
Ya entonces confía en la aparición de una nueva oportunidad para iniciar un proceso de promoción dentro del espacio de exhibición al que representa. Se apoya en los medios de difusión especializados en las Artes Plásticas para publicitar a sus Artistas y sus obras.
IX
Un Galerista comprometido con su carrera se solidariza con sus artistas y coleccionistas. Se asegura de la confidencialidad y si la obra no se vende tampoco daña su comerciabilidad como sucede usualmente cuando la obra no se vende en subasta o a través de personas no profesionales.
X
Un número importante de galerías ha asentado su vida y carrera al paso del tiempo ganando reconocido prestigio por su imagen y el grupo de Artistas que exhiben sus obras. Como una familia, cotidianamente buscan aportar una contribución que les valga asegurar su posición dentro de la sociedad de su tiempo.
Colofón: sobre los Coleccionistas
Actualmente se plantea la posibilidad de que ya no sean la sensibilidad y la cultura del individuo las que determinen la formación de una colección.
Adquirir o coleccionar, cualquiera que sea el producto u objeto, provoca un sentimiento de satisfacción y complacencia. Por otro lado se piensa equivocadamente, que tal placer sólo está al alcance de quien vive con riqueza.
Primeramente se requiere que el Coleccionista posea un gusto personal y sensibilidad propia para el goce estético, debe contar con preparación suficiente (visitando muchos lugares por ejemplo, podría hacer grandes aportaciones en ese sentido) para elegir lo que verdaderamente es bueno y únicamente en tercera o cuarta instancia tener la idea de formar un tesoro.
El Coleccionista parte de un principio que se concreta en amor por la Obra de Arte en sí y el riesgo de adquirir una obra será siempre respaldado por el Galerista, quien desde el principio depura su cartera de Artistas dentro del creciente número de nuevos valores que, sobre todo hoy día, surgen constantemente, invadiendo el mercado del Arte y creando foros que en algunos casos han representado un lamentable desprestigio para la comunidad de las artes plásticas.